Las comunidades indígenas de la Amazonía ecuatoriana se mantienen en alarma por el coronavirus. No existen cifras oficiales de cuántos ciudadanos pertenecientes a estos pueblos están contagiados o fallecieron debido a la pandemia.
Andrés Tapia, dirigente de Comunicación de la confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (CONFENIAE), informó que tenían registrados 57 casos positivos y dos fallecidos entre miembros de estas comunidades indígenas amazónicas.
La comunidad waorani informó sobre la muerte de un pikenani (jefe de familia) en la comunidad de Bataburo, en la provincia de Pastaza, con sintomatología asociada al coronavirus.
[DENUNCIA PÚBLICA]
Denunciamos el olvido del Estado ecuatoriano frente a urgencias de Pueblos y Nacionalidades.
La muerte del Pikenani Carlos Bay Ima, guerrero de la comunidad Waorani de Bataburo, deja un profundo dolor en nuestra Nacionalidad. @totonia68 @AmnistiaOnline @Lenin pic.twitter.com/R1im1GjL10
— Waorani Resistencia Pastaza (@WaoResistencia) May 18, 2020
“extremar medidas de protección”
La Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos confirmó 12 casos más en las comunidades de Capataza y Charapacocha, territorio de la nacionalidad Achuar, en Pastaza.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llamó al Estado ecuatoriano a “extremar medidas de protección” a estos pueblos frente a “los altos riesgos” a los que están expuestos ante el covid-19,
#Ecuador??La @CIDH expresa su alarma por posible propagación del #COVIDー19 en territorio del #PuebloWaorani de contacto reciente en Orellana, región de #Panamazonía, tras información recibida sobre contagio de mujer Waorani en comunidad Miwaguno. #PueblosIndigenas #CIDH #DDHH 1
— CIDH – IACHR (@CIDH) May 18, 2020
Triple pandemia
Amén de las afectaciones por el coronavirus, los pueblos originarios de esta parte de Ecuador enfrentan “una triple pandemia”, señala Tapia.
Enfrentamos también todo el proceso de las inundaciones que tuvimos en el mes de marzo y que continúan en el mes de mayo.
Inundaciones históricas, que no se habían visto en las últimas décadas.
Además, habló de “los derrames petroleros” que han tenido también que sufrir en la Amazonía norte y “las propias condiciones de marginación histórica de desatención, sobre todo en temas de servicios de salud”.
El pasado 7 de abril, ocurrió el rompimiento de tramos del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) y del Poliducto Shushufindi-Quito, que transportan el petróleo y derivados desde la Amazonía a Esmeraldas, provincia de la Costa, al otro lado del país.
Esto originó un derrame petrolero, que contaminó las cuencas de los ríos Coca y Napo y afectó, según estimaciones de Amazon Frontlines, a 118.617 personas, pertenecientes a 22 parroquias rurales de ocho cantones que lindan con las riberas de estos afluentes en las provincias de Sucumbíos, Napo y Orellana, reporta actualidad.rt.com